Carreras

Jesús Castañón Rodríguez

El día 21, el Teatro Campoamor acogía la vigésimo quinta edición de la entrega de los Premios Príncipe de Asturias. Una jornada en la que la mano en el corazón de Fernando Alonso aceleró los latidos de la emoción popular a 360 kilómetros por hora.

Desde 1987, la Fundación Príncipe de Asturias ha participado en una carrera de fondo que ha otorgado 19 galardones para reconocer valores de superación, esfuerzo, perfeccionamiento, cultivo, promoción o difusión de los deportes. Ha distinguido a atletismo, automovilismo, ciclismo, fútbol, golf, motociclismo, tenis y waterpolo, así como al olimpismo. La plusmarca histórica corresponde al "deporte rey" (atletismo), por la ejemplaridad y trascendencia internacional de Sebastian Coe, Serguei Bubka, Javier Sotomayor, Hassiba Boulmerka, Carl Lewis, Equipo Español de Maratón (formado por Abel Antón, Martín Fiz, José Manuel García, Fabián Roncero, Alberto Juzdado y Diego García) y El Guerrouj.
Este espectáculo visual acoge cuatro especialidades. Las carreras pueden ser de "velocidad" (entre 100 y 400 metros lisos o con vallas), de "medio fondo" (de 800 a 1.500), de "fondo" (entre 3.000 y 10.000), "maratón" (42,195 kilómetros) y "marcha atlética" (manteniendo siempre el contacto con el suelo).

Los saltos en horizontal, tras tomar impulso en una carrera acelerada, han dado lugar al "salto de longitud" y al "triple salto" (cayendo sobre ambos pies de batida antes de despegar de la tabla); mientras los saltos en vertical han generado el "salto de altura" (para salvar el listón con el cuerpo por medios naturales) y el "salto con pértiga" (para salvarlo con la ayuda de un listón flexible que en América llaman garrocha). Los lanzamientos son de objetos pesados como el "peso" y el "martillo" y ligeros como el "disco" y la "jabalina". Este panorama se completa con pruebas combinadas de carreras, lanzamientos y saltos: "pentatlón", "heptatlón" y "decatlón".

Si Asturias rodase su particular película de "Carros de Fuego", Campanal III, Yago Lamela, Martina de la Puente, Rocío Ríos, José Luis Rubio... mostrarían muchas horas de trabajo en silencio e imaginación. Y no faltarían las curiosidades: vallistas que se entrenaban en la playa de San Lorenzo pasando por encima de sillas de tijera o lanzadores de jabalina que imitaban los gestos técnicos tras visionar los fotogramas de documentales que les conseguían los operadores de los cines.

Publicado en La Nueva España, Oviedo, 24 de octubre de 2005.