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Palabras en juego


La axila del grillo

Jesús Castañón Rodríguez

El próximo miércoles 28 es el día de los Inocentes, la jornada en que los medios de comunicación discurren travesuras para entretener a su audiencia. El resto del año ya están los duendes de imprenta y de las ondas para crear situaciones reales que superan la ficción.

En la mente de los aficionados al fútbol, residen colecciones completas de expresiones llamativas. Es el caso de la "táctica del murciélago" con la que el chileno Caszely definió el juego excesivamente defensivo, del "ostentóreo" con que Jesús Gil presidió el Atlético de Madrid, del "ziglo dozmí" con el que Manuel Ruiz de Lopera hacía referencia al año de la reforma del estadio del Betis para el año 2000...

Y también de legendarias sentencias, definiciones o comparaciones: "ganar sin bajar del autobús" o "el holgazán trabaja siempre dos veces" de Helenio Herrera y la consideración fe Zidane con "un elefante con el cerebro de una bailarina" según Jorge Valdano.

El año 2005 ha hecho que el automovilismo y el ciclismo, relacionados con Asturias, protagonizaran dos de las situaciones más divertidas.

La primera fue en la famosa transmisión de "Si esto es un sueño, que no me despierten" en el circuito de Interlagos. El locutor comentaba junto a la parrilla de salida su preocupación por el tiempo meteorológico con el que se disputaría la carrera en la que Fernando Alonso salió campeón mundial. Unos oscuros nubarrones, que amenazaban con lluvia y un previsible cambio de neumáticos en los monoplazas, fueron saludados con un simpático: "el día se pone tan negro como la axila de un grillo".

Y la segunda tuvo lugar en la etapa de Valgrande-Pajares de la Vuelta a España, cuando el subconsciente provocó al comentarista una innovación de lenguaje. Gracias a la influencia de un consejo publicitario, que recomendaba cambiar el colchón con más de diez años de antigüedad, en el relato final de clasificaciones quiso sustituirlo por "cojín". Intervinieron los duendes de las ondas y salieron las tres primeras letras de "cojín" y las dos últimas de "colchón" en un nuevo y sorprendente término que expresaba la capacidad del líder para amortiguar los 25 segundos de ventaja que llevaba sobre su perseguidor.

Es la grandeza del lenguaje periodístico del deporte, puede disfrutar con gran sentido del humor durante todo el año de sus anécdotas y tomas falsas.

Publicado en La Nueva España, Oviedo, 28 de diciembre de 2005.