Segando bolos

Jesús Castañón Rodríguez

De este a oeste, han retumbado en Asturias los sonidos de abedules, avellanos, castaños, hayas o manzanos. Han rodado y chocado en bolas, bolos y boliches salidos de sus troncos y han sido sostenidos por tierra arcillosa y barro para generar momentos de expansión.

En boleras, plazas, explanadas delante de las iglesias... la diversión ha llegado, entre otros, gracias al "bolo batiente" (en el que se lanzan bolas rodando desde 20 metros), "bolo celta" (en el que bolas se dirigen desde el tiro y la raya de 10 metros), "bolo cuatreada" (en el que nueve bolos y un boliche son abatidos por una bola de madera), "bolo leonés" (con sus nueve bolos y un "miche" que no se puede derribar directamente con la bola), "bolo palma" (en el que nueve bolos y un boliche van a tierra tras lanzarse la bola con la palma de la mano), "bolo rodado" (modalidad en la que también participan mujeres), "bolo vaqueiro" (en el que se precipitan bolos desde la zona del tirador y las rayas de 10 y 20 metros)... y también el anglosajón "bowling" con su bola de caucho o plástico que recorre una pista para tumbar diez bolos situados al final.

Es un vistoso espectáculo presenciar las evoluciones de Bernardo, José Ramón Bravo, Jovino Peláez, Kuko, Javier Pruneda, Thierry... con el "tiro" (lanzamiento de aproximación a los bolos) y el "birle" (lanzamiento desde la caja). Y ver las diferencias entre "bolo" y "boliche" (bolo pequeño que se sitúa junto a otros más grandes), entre "mano" o "piedra" (diferentes sitios de lanzamiento), "zona intermedia" y los lugares en los que se sitúan y apoyan los bolos como el "castro" o la "losa".

Si le pillan camino de la bolera con la felicidad de Pedro Picapiedra, el dibujo animado que avanzaba con un movimiento rápido sobre las puntas de los dedos de los pies antes de soltar la bola por el "rodado", y le preguntan a dónde va, no se preocupe. Conteste: "A segar". Y aunque no lleve guadaña ni desbrozadora, todos entenderán que hará un tipo de birle de bolo palma sin soltar la bola de su mano.

Publicado en La Nueva España, Oviedo, 3 de octubre de 2005.