El
deporte o la libre manifestación de la inteligencia
Jesús
Castañón Rodríguez
Los
Juegos Olímpicos despiertan un interés social universal,
gracias a la difusión universal que empezó Pierre
de Coubertin a finales del siglo XIX. En sus inicios, el Olimpismo
moderno estaba constituido por el culto al esfuerzo, el desprecio
al peligro, el amor a la Patria, la generosidad, el espíritu
caballeresco y el contacto con las Artes y las Letras en un ambiente
de fiesta de esfuerzos apasionados, ambiciones múltiples
y febril actividad juvenil. Ahora, a finales del siglo XX, conforma
una filosofía de vida para el desarrollo armónico
de las personas, basada en la alianza entre cultura, educación
y el deporte.
Pero
el Olimpismo siempre ha considerado que el esfuerzo equivale al
progreso y que el deporte es tanto la libre manifestación
de la inteligencia como el sentimiento de una regla que no frena
la exhuberancia sino que la orienta, dirige y domina. En esta
manifestación libre destacan varios aspectos lingüísticos
que han dado lugar a la interpretación de su sentido: el
lema olímpico, el lema de la competición y la denominación
de la fase de competición.
Citius,
altius, fortius
Este
giro, que se suele traducir en español como Más
lejos, más alto, más fuerte es original de Padre
Dominico Henri Didon, Prefecto del Colegio de Arcueil, localidad
cercana a París. Este pedagogo francés y amigo personal
de Coubertin pronunció las palabras Citius, altius, fortius
el 7 de marzo de 1891 durante el discurso de entrega de los premios
anuales de la Asociación École Albert le Grand,
de la que era director.
En
ocasiones se ha querido ver en ella un estímulo para la
mejora de plusmarcas, pero el verdadero sentido corresponde a
una invitación a ser más digno, más alto,
más fuerte en la mejora personal y progresiva del perfeccionamiento
moral.
Posteriormente,
desde 1892, sería difundido por el Barón de Coubertin
en la revista francesa Les Sports Athlétiques para impulsar
la restauración de los Juegos Olímpicos y fue convertido
en divisa oficial en el Congreso de creación del Comité
Olímpico Internacional en 1894, celebrado en la Universidad
de la Sorbona de París.
Lo
importante no es ganar sino participar
Otra
de las declaraciones que han hecho historia ha sido Lo importante
no es ganar sino participar, que es resultado de una transformación.
La situación original tuvo lugar en el sermón que
el Arzobispo de Pensilvania, Monseñor Ethelbert Talbot,
pronunció ante los participantes y autoridades el 17 de
junio de 1908. En el oficio religioso celebrado, en la catedral
de Saint Paul, la víspera de la jornada inaugural de los
Juegos Olímpicos de Londres, la autoridad religiosa comentó:
"En estos juegos, más que ganar lo importante es participar,
como en la vida es más trascendente la manera de luchar
que la victoria que se pueda conseguir".
Esta
idea agradó a Pierre de Coubertin, quien durante la cena
de clausura de los Juegos, celebrada el 25 de julio, la rescató
para el Olimpismo con una dimensión formadora y educativa.
"Lo importante es participar, más que vencer"
fue la primera adaptación que hizo el presidente del Comité
Olímpico Internacional, añadiendo para recalcar
ese propósito: "Lo importante en la vida no es el
triunfo sino la lucha, lo esencial no es haber vencido, sino haberse
batido bien. Extender estas ideas es preparar una humanidad más
valiente, más fuerte, más escrupulosa y por tanto
más abnegada" y "Recordad estas palabras, que
se extienden a todos los terrenos, hasta formar la base de una
filosofía serena y sana".
Olimpiadas/Juegos
Olímpicos
Un
tercer aspecto lingüístico de interés general
está relacionado con los términos Olimpiada y Juegos
Olímpicos. Por influencia del lenguaje periodístico,
se ha tendido a utilizar el primer vocablo con el significado
del segundo, hecho del que ya se quejaba en los años veinte
el propio Barón de Coubertin.
Olimpiada
es el período de cuatro años que hay entre la celebración
de Juegos Olímpicos, mientras que éstos se limitan
al período de competiciones y pueden ser de Verano o de
Invierno.
En
el ámbito iberoamericano quedó subsanada esta confusión
en los Juegos de Barcelona de 1992 cuando la Agencia Efe repartió
en la Ciudad de los Periodistas un pequeño volumen titulado
El idioma español en el deporte. Guía práctica,
con orientaciones sobre 28 disciplinas deportivas. Fue presentada
por el entonces presidente de la Agencia Efe, Alfonso S. Palomares,
y está disponible en la edición electrónica
del Vademécum del Español Urgente.
Cómo
se cita este artículo
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CASTAÑÓN
RODRÍGUEZ, Jesús: El deporte o la libre
manifestación de la inteligencia. Idioma y
deporte [en línea]. 15 de octubre de 2000, número
11. [Consultada: 15 de octubre de 2000]. Disponible en Internet:
<http://www.idiomaydeporte.com/frases.htm>
ISSN: 1578-7281.
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