Latiguillos

Jesús Castañón Rodríguez

Recientemente, la actualidad ha estado marcada por la celebración de la Semana Santa con su Vía Crucis y sus latigazos antes de cargar con la cruz, camino del monte Calvario.

En el lenguaje deportivo también hay tiempo de penitencia por culpa de los latiguillos, esas palabras o frases que se repiten innecesariamente en la conversación.

El deporte moderno en el siglo XX, como bien definió Mauro Muñiz en "Gijón se ponía el gol en la solapa", fue una fiesta especial para superar tiempos de adversidad, hambre y racionamiento y las formas de hablar de sus protagonistas han sido celebradas hasta la saciedad en parodias.

Desde que los británicos "Spitting Images" pusieran de moda en la BBC las bromas visuales agresivas o "slapstick", se ha multiplicado por radios y televisiones la visión forofa de la realidad con la caza de todos los latiguillos y tics idiomáticos de los protagonistas.

Los presidentes han sido retratados por algún "quicir" (quiero decir) como el que usaba constantemente el presidente barcelonista José Luis Núñez o el final "y tal y tal" con el que el mandamás del Atlético de Madrid, Jesús Gil, acababa muchas de sus frases.

Los entrenadores y los jugadores han hecho famosas expresiones repetidas como "machote" para Luis Fernández cuando era entrenador del Athletic Club de Bilbao, "patapumba pa arriba" con el que el seleccionador Javier Clemente describía el estilo de juego inglés en vertical y con velocidad, el más reciente "no, en absoluto" con que inicia las frases negativas en las ruedas de prensa el entrenador culé Frank Rikjaard o el contradictorio "sí, bueno, no" con el que el futbolista madridista Raúl comienza cualquier respuesta.

"Ojo, al dato" que diría José María García. El juego de las palabras también ha tenido su "tiki-taka" gracias a un Emilio Butragueño que pidió consejo a Fernando Lázaro Carreter para mejorar su forma de hablar en público durante su etapa de dirigente en el Consejo Superior de Deportes.

Publicado en La Nueva España, Oviedo, 31 de marzo de 2008.